Dorothea Lange: ‘¿Qué vas a hacer con eso?’


Dorothea Lange. Los años decisivos, Fundación ICO, Zorrilla 3, Madrid. Hasta el 26 de julio 2009.
Comisaria: Oliva María Rubio
Publicado en Cultura/s, supl. Cultural de LA VANGUARDIA, 10 de junio de 2009, p. 19.

A estas alturas, nos hemos dado cuenta de que esta crisis es muy desigual. Y como azotar, sólo está azotando a ciertos sectores de la sociedad. La exposición de una de los maestros de la fotografía documental, Dorothea Lange (1895-1965), dedicada a la década entre los años treinta y cuarenta del siglo XX decisiva tanto para Estados Unidos como para la propia historia de la fotografía, supone una excelente lección de historia: las crisis sistémicas del capitalismo no sólo arrastran siempre a los más desprotegidos. Van acompañadas de crudas reconversiones en importantes sectores de producción y desencadenan corrientes de migración que pueden cambiar el rostro de un país y desenmascarar la xenofobia latente hacia los que no reconocemos como “nosotros”.
Eso es lo que ocurrió tras la crisis del 29, la Gran Depresión. A veces se recuerda como anécdota el suicidio de accionistas en la Bolsa neoyorquina, olvidando las medidas excepcionales que a través del New Deal se hubo de poner en práctica ante la desesperación generada por una economía colapsada y los brotes de confrontación social, cuando todavía existían sindicatos  marxistas. Una de esas medidas fue la creación de la Farm Security Administration, destinada a intentar paliar el éxodo de trescientos mil campesinos hambrientos, finalmente desplazados por la sequía, las tormentas de arena y la imparable mecanización del campo. Dorothea Lange, junto a otros fotógrafos como Walker Evans, fue contratada para explicar al resto del país lo que estaba ocurriendo en el Oeste. A ella se deben 4.000 de las 170.000 imágenes del archivo de la Depresión en Washington. Ya antes Lange había comenzado a fotografiar a hombres en la calle, con aspecto de indigentes a causa del paro. Los clientes acomodados que solía retratar en su estudio, ante una de esas imágenes fijada en la pared, le preguntaban “¿qué vas a hacer con eso?”. 

Lange empieza fotografiando bajo parámetros artísticos, con perfectas composiciones que cristalizan auténticos iconos del siglo XX, a los que suma un veraz sentimiento de empatía: en especial, hacia las mujeres con sus hijos. Como en “Migrant Mother”, de la que aquí se hallan tres de las seis fotografías que tomó. Una imagen que, precisamente por su popularidad, fue excluida del libro An american exodus. A record of human erosion (1939), firmado junto a su segundo marido, el profesor de economía Paul Schuster Taylor. Pronto, este tandem se dio cuenta del problema de mostrar el dolor de los demás y de convertirlo en un producto de consumo más del voyeurismo crónico: es decir, de la necesidad de un texto que propicie la mirada crítica. 



En su trabajo sobre la evacuación y traslado forzoso a campos de internamiento en donde vivieron cinco años casi 120.000 ciudadanos japoneses –hasta hace poco parcialmente censurado-, tras el sentimiento antinipón que desencadenó el ataque a Pearl Harbour en 1941, Lange aplica metódicamente la documentación distanciada de cada etapa de este vergonzoso proceso.