Lo bueno por venir. Generación 2008

Generación 2008, La Casa Encendida, Madrid. Itinerario: Valencia, Valladolid, Barcelona y Sevilla
Publicado en Cultura/s, 27 de febrero de 2008

La convocatoria de premios y becas de CajaMadrid nació con el objetivo de ser un referente para dar a conocer la producción de jóvenes artistas y apoyar la trayectoria de aquellos que finalmente pasasen a enriquecer nuestra escena artística. Tras varias ediciones, el proyecto se ha ido remodelando: haciéndose cada vez más selectivo y superando los géneros artísticos (pintura, escultura, fotografía, grabado, etc …), lo que ha redundado en unos resultados más cercanos a la realidad de la praxis artística entre los jóvenes y una elevación de su calidad en sus exposiciones.
En esta novena edición, tras cribar más de novecientas propuestas, nos encontramos con sólo veinticuatro obras seleccionadas (más los seis proyectos becados). En un arco de nacimiento comprendido entre 1972 y 1982, la mayoría de ellos han pasado ya por precedentes convocatorias autonómicas (entre las que cabe destacar la más reciente Getxoarte en el País Vasco y la encomiable labor de la Galería Sandunga en Granada). Eso, sin contar con que muchos participantes proceden de muy diversas países: confirmando que, si es verdad que nuestros jóvenes cada vez son más proclives a completar su formación fuera (en Nueva York, Los Ángeles, Berlín, Londres, Países Bajos …), también otros tantos recalan en nuestro país. Este año, quizá lo que llame más la atención sea que nombres recurrentes en varias convocatorias anteriores ya hayan desaparecido (más que por edad, por su inserción real), siendo excepción Carlos Aires (aquí con el vídeo “Cataratas”, cuya visión desenfocada es acompañada por definiciones de un repertorio de desgracias a cargo de ciegos), Ángel Masip (ya incorporado al circuito galerístico e incluido en la colectiva “Trial Ballons” del MUSAC, con la tela “El frío”), la mexicana Hisae Ikenaga (que ha sido seleccionada por el propio Joseph Kosuth para llevar a cabo un trabajo de intercambio de proyecto y realización de obra en la recién inaugurada “Located Work” también en La Casa Encendida, y aquí con una finísima isla estratificada en las páginas blancas de una guía telefónica); y en la sección de becas, Virginia Villaplana (de quien esperamos con auténtico interés la edición de su vídeo de recuperación de las imágenes rodadas por Elena Rodríguez-Bauzá en las selvas amazónicas a mediados de los años treinta).
Entre los “descubrimientos”, resulta muy original, fresca y divertida la narración del vídeo de animación “La dulce alienación” de Cristina Busto (Avilés, 1976); correcto, el vídeo documental de Alex Reynolds (Bilbao, 1978) sobre la setentera comuna en un edificio del parisino barrio de Belleville; y muy poética en su sencillez la pieza de computer art del jovencísimo Ernesto Paniagua (Madrid, 1983), gracias a la que podemos soplar en un micrófono cuantos deseos queramos al diente de león dibujado y proyectado en una pantalla. Además, no es difícil pronosticar que, con el hambre de pintura que tiene ahora el mercado, el buen hacer del pintor Santiago Giralda (1980) quedará.