On the road. Sternfeld

Joel Sternfeld, Círculo de Bellas Artes, Madrid
Publicado en Cultura/s, 28 de junio de 2006

Desde el relato beat On the Road, la experiencia en la carretera ha nutrido la narrativa visual estadounidense, contradiciendo la opinión negativa de Adorno, para quien Norteamérica, recorrida por el ojo apresurado desde el automóvil, ofrecía "un paisaje desolado y desolador". Su defecto, decía, a principios de los años cincuenta, no se debía tanto "a la ausencia de recuerdos históricos, como quería la ilusión romántica, como en que la mano no ha dejado ninguna huella en él ... Es como si nadie hubiera paseado su figura por el paisaje". Una de las aportaciones más influyentes para desmontar este prejuicio banalizador ha sido el trabajo del fotógrafo Joel Sternfeld (Nueva York, 1944): convencido de que "América es también un lugar muy excitante y fascinante", porque en sus paisajes "siempre hay indicios sobre la sociedad".
Deudor del ideario contracultural, desde finales de los setenta Sternfeld "se echa a la carretera" para registrar las contradicciones entre las consecuencias del supuesto dominio tecnológico de la naturaleza protagonizado por la sociedad americana y el tradicional sentimiento reverencial frente a su pureza, iniciando una serie que culminará en su primer y más célebre libro, "American Prospects" (1987). Desde una perspectiva panorámica, con nitidez y legibilidad perfectas, gracias a la cámara de gran formato, en 1979, por ejemplo, fotografía "17 de los 41 cachalotes que embarrancaron en la playa y murieron, en Florencia, Oregón", el accidentado corrimiento de tierras en el Rancho Mirage de California y un elefante espanzurrado en medio de una carretera del Woodland de Washington -que cualquiera confundiría con las escenas construidas de Gregory Crewdson-, y también una joven pareja satisfecha mientras contempla unos modernos círculos solares sobre su piscina, en Tucson, Arizona. Son imágenes pulcramente descriptivas, cuyo punto de vista distanciado y luminosidad desprenden una “extraña placidez” y al tiempo despiertan interrogantes: primero, ¿qué estaba sucediendo?. Y ¿cómo hace Sternfeld para dotar a estos sucesos y anécdotas de la estabilidad formal de una impactante still life y dejar en puntos suspensivos el posicionamiento del espectador? A partir de entonces, el fotógrafo norteamericano se convierte en referente ineludible de los viajes “de ida y vuelta” del documentalismo objetual becheriano hasta alcanzar a Andreas Gursky.
De los diez libros publicados por Sternfeld hasta ahora, en esta exposición se han seleccionado imágenes de On This Site (1996), Walking the High Line (2002) y Sweet Earth: Experimental Utopias in America (2006), con las que puede apreciarse la evolución y variedad de sus estrategias conceptuales, así como acceder a su íntimo compromiso ético. Su serie sobre la High Line, una línea de ferrocarril que dejó de estar operativa hace más de 20 años, aparentemente es la más formalista, oponiendo la horizontalidad del encuadre del camino de mala yerba ante la verticalidad de Manhattan. Pero a través de una fotografía reciente de Sweet Earth, “El jardín de Liz Christy, entre las calles Bowery y Houston de Nueva York, 2005”, un homenaje a la activista fundadora de las Guerrillas Verdes que en 1973 empezaron a ocupar parcelas abandonadas del Lower East Side para convertirlas en jardines (actualmente, 54 incorporados al Departamento de Parques), descubrimos el propio activismo de Joel, quien también ha apoyado el movimiento antiglobalización con su serie Treading on Kings: Protesting the G8 in Genoa (2002).
Quizá para el fotógrafo, Sweet Earth y On This Site: Landscape in Memoriam, series en que las imágenes van acompañadas de un texto explicativo, presenten las dos caras de la moneda: la de las huellas borradas de la violencia en Estados Unidos, con esas imágenes casi forenses pero en ausencia de cualquier rastro de presencia humana; y la de la esperanza, mostrando la diversidad de ¿utopías? a lo largo y ancho de E. Unidos. En Sweet Earth, ha recopilado la historia de microcomunidades fundadas por visionarios, curanderos y sectas religiosas guiadas por la inquietud ante la desaparición del terruño, los cultivos biológicos y, en conjunto, del sueño arcádico de intentar otro estilo de sociabilidad. Radicalismos atávicos y futuristas, que van llegando a la vieja Europa, y cuya fragmentación produce la misma consternación que ostentan los retratos de los participantes en la XI Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, formando When It Changed (2005): un mosaico de incertidumbres ante el estado actual de la Naturaleza.