Asia

Publicado en ExitExpress
Desde el desembarco oriental que presentó Harald Szeemann en el d’APERTutto de la Bienal de Venecia de 1999, nuestra percepción del arte procedente del Lejano Oriente ha variado notablemente. No era una moda pasajera, al servicio del clima poscolonial en el que convergen dos necesidades básicas: la retroalimentación del mercado respaldada por la necesidad políticamente correcta de superar el etnocentrismo. Quienes pensamos que “ahora les tocaba a ellos”, mientras volvíamos a los restaurantes baratos y las tiendas de “todo a cien” de nuestro barrio, poco después comenzamos a ser aleccionados por los media difundiendo el poderío de la región, con el 50% de la población y el 25% del PIB del planeta. Y no se trataba sólo del “occidentalizado” Japón, era también China, Corea, Taiwan …
El despertar del dragón amarillo se está comportando de manera muy diferente al paso por el tamiz que soportan las inclusiones, excepcionales, de artistas procedentes de África y Arabia. Cuentan con la revolución tecnológica, que producen sus propios países, y una convergencia conceptual y performática hacia el giro new wave desde los sesenta en el arte contemporáneo que, quizá, aún no se ha valorado adecuadamente. El fenómeno, con todo, sería inviable sin el desarrollo rapidísimo del mercado artístico en las viejas y nuevas metrópolis de su Costa Este.
Mientras en los principales museos de Occidente se multiplican ambiciosas colectivas y retrospectivas individuales, en España por ahora sólo los jóvenes centros de arte, como el MUSAC, y nuestras galerías más internacionales emplean parte de sus programas en la difusión de maestros y emergentes. Además, claro está, de Casa Asia de Barcelona. Pero las cosas van a cambiar. El proyecto de una gemela Casa Asia madrileña es uno entre los numerosos objetivos del Plan de Acción interministerial 2005-2008, que tiene algo de encaje de bolillos, y según el cual, por ejemplo, este 2006 es el Año de España y Filipinas, tratando de retomar nuestro pasado colonial común, en el 2007 se celebrará el Año de España en China -mientras en ARCO será Corea el país invitado-, culminando en el 2008 con los Juegos Olímpicos de Pekín. El Área educativa también está contemplada: el Instituto Cervantes se ramifica hacia el Sol Naciente e incluso nuestras universidades se han revisado estadísticamente para implementar estudios afines. Los intereses económicos y estratégicos son tantos que el arte y la cultura asiáticos se han convertido en el terreno mejor abonado para patrocinios institucionales y privados, de ida y vuelta. ¿Quién dijo avalancha?