Obras ejemplares. Zonas de riesgo

Zonas de Riesgo. Colección de Arte Contemporáneo Fundación “la Caixa”, CaixaForum Madrid
Comisaria: Nimfa Bisbe
Publicado en El Cultural, 20 de marzo de 2009

Una colección de arte contemporáneo como la de “la Caixa”, que cuenta ya con unas 750 piezas, da oportunidad para articular muy diversos argumentos. “Zonas de riesgo” responde al interés de la entidad por reforzar el perfil de “obra social” (el “alma” de la Fundación) –en estos tiempos de crisis-, intentando mostrar la cara “responsable” del arte contemporáneo. Las obras elegidas hablarían de las incertidumbres del individuo ante el actual panorama global, en el que reinan la violencia y la exclusión social. El mosaico de la “realidad” que vivimos es tan complejo que el catálogo de la exposición reúne una quincena de textos sobre los procesos culturales, sociales, económicos y personales con posicionamientos muy diversos: desde Henry Kissinger a Zygmunt Baumann, Slavoj Zizek y George Yúdice. Es evidente que la idea de “forum” ha sido adoptada como propia en la política cultural de esta entidad como gran paraguas bajo el que cabe todo. Con un programa de exposiciones que tiende al populismo: para todos los públicos y todos los gustos, sin riesgos ni compromisos.
Este proyecto –con un formato más amplio, en tres entregas, antes en Barcelona- se ha ideado para mostrar parte de las últimas adquisiciones y airear otras anteriores; alguna de dudosa pertinencia en esta colectiva, como la pintura de Francesco Clemente. Aunque se obvia por parte de la comisaria y directora de la colección cualquier intento que explique en qué procesos andan implicados los artistas, por qué eligen ciertas estrategias o cuál es la complejidad que introducen en su reflexión sobre el mundo que vivimos mediante el cuestionamiento de la representación y de la recepción de lo visual. A cambio, en esta muestra el arte habla por sí mismo.
Todo de lo que carece el proyecto curatorial viene compensado por el excelente montaje de cada una de las obras, cuyo recorrido resulta en conjunto muy atractivo. De entre los catorce trabajos, por resaltar lo mejor, es un auténtico placer volver a contemplar en Madrid las videoinstalaciones “Turbulent” (1998) de Shirin Neshat (con interminables colas la primera vez que se mostró en ARCO) y “Consolation Service” (1999) de Eija-Liisa Ahtila, con que la artista finlandesa fue catapultada al éxito internacional tras su presentación en la Bienal de Venecia. Del mismo modo que ocurrió con el espectacular “Volta (Bandeira)” (2002) del francés Stephan Dean, mostrado por primera vez en nuestro país en la I Bienal de Sevilla.
La simplicidad de medios para definir la tragedia global e individual de la migración es la protagonista de dos obras recientes muy eficaces: el vídeo del albanés Adrian Paci “Centro di Permanenza Temporanea” (2007) y el “Mobile Home” de la palestina Mona Hatoum, que pone a disposición la iconografía feminista del tendedero al servicio de exiliados y refugiados.
Finalmente, no cabe desestimar la capacidad de estas grandes instituciones para fijar ante un público muy abierto referencias indiscutibles también en nuestro país. Este puede ser el mérito de la exhibición de obras conocidas y hace poco expuestas en Madrid de Txomin Badiola, Alicia Framis e Ignasi Aballí.