Publicado en Cultura/s, 25 de febrero 2004
La recién clausurada edición de ARCO’04 ha dejado sobre el tapete la aparición de nada menos que cuatro nuevas revistas dedicadas al arte contemporáneo: ArteContexto, ART.es, Estudios Visuales y [W]ART, más el tabloide, de tirada mensual, EXIT Express. El riesgo evidente que corren estas empresas podría estar compensado por el crecimiento del mercado artístico en España, estimado en un 60% desde los años noventa. Una plasmación del interés de la sociedad española en la escena artística: decir que la moda de la visita a exposiciones ha sustituido la asistencia a conciertos de lírica, aunque cierto, se queda corto, dada la efervescencia de todo tipo de eventos, cada vez más alternativos y, por ello, selectos. Sin embargo, durante este tiempo, y pese a la creación contínua de nuevos centros de arte contemporáneo y galerías –que necesitan publicitar su actividad-, en lo que se refiere a proyectos en prensa de amplio alcance, sólo hemos asistido a la frágil supervivencia de Lápiz, la discontinuidad de Arte y Parte, el lanzamiento de la populista, pseudopedagógica y errática Descubrir el Arte y, más recientemente, a la irrupción del ambicioso proyecto EXIT, que ya ha ganado galardones internacionales. Además, el surgimiento de varias páginas.com (Centrodearte, Hispanart, Masdearte, Ubicarte ...), junto a magazines y fanzines de todos los colores y a menudo con patrocinio de empresas de diseño fashion dirigidas a un público juvenil (B-Guided, Belio, Copyright, Enser, Eseté, Ojo de Pez, Rojo ...) y alguna propuesta más radical, como Brumaria, parecían aconsejar la cautela en un terreno en el que, a la sazón, se suponía que los suplementos culturales de los periódicos de tirada nacional, pese a estar dirigidos generalmente por especialistas literarios, cubrían en gran parte la información sobre arte para un público general.
Ahora, estas nuevas revistas subrayan su carácter crítico –e incluso irónico o humorístico- más que informativo, y enfatizan en su primera página la vocación de servir de “plataforma para el debate”. Destacan su implicación con los nuevos comportamientos artísticos y el net-art, un enfoque predominantemente teórico y el rigor de sus consejeros editoriales y colaboradores, lo que bien puede verse como la consolidación y/o el arribo de una nueva capa de profesionales, conscientes de la importancia de afirmar así su protagonismo en el mundo del arte español. Sobre todo, confían en un público “medio” y joven, entre profesional y aficionado, al que ya no hay que deletrearle el alfabeto.
También coinciden en su vocación internacional, algo subrayado por su carácter bilingüe español/inglés (esperemos que la distribución acompañe el esfuerzo), cuando no trilingüe, como la luso-española [W]ART, dirigida por el crítico David Barro. Esto, a excepción de EXIT Express –el tercer eje de las trimestrales EXIT. Imagen & Cultura y EXITBook de Rosa Olivares, anterior editora de Lápiz-, un periódico mensual (que viene a reemplazar al desaparecido, por ser un producto importado, El periódico del arte) con distribución de 25.000 ejemplares en quioscos, además de librerías especializadas, a un precio asequible y que se compromete a contar “lo que se dice y lo que no se dice” a través de sus columnas de opinión.
En las antípodas se hallan los proyectos de Art.es y Estudios Visuales. La primera, encabezada por Fernando Galán (antes codirector de Sublime), y con distribución en galerías, pretende insertarse en ese sector intermedio de instituciones y galerías, cada vez más importante en nuestro país, pero al que a menudo se le niega visibilidad por grandes y pequeños. Por su parte, la anual Estudios visuales, que ha acompañado su presentación con la celebración del Primer Congreso de Artes Visuales en el marco de ARCO, y que incluye en su primer número la encuesta de October sobre el asunto, declarando su afinidad, viene a ser una segunda serie de la revista de teoría del arte Acción paralela, dirigida también por José Luis Brea, en doble formato de papel y distribución en red, pero ahora con el importante respaldo del Centro de Documentación de Arte Contemporáneo de Murcia.
Un tercio de la trimestral ArteContexto se empleará en reflejar la producción y crítica de arte latinoamericano, un filón de efectiva internacionalización del arte español que ha sabido ver muy bien el equipo dirigido por Alicia Murría y coordinado por Santiago Olmo, ambos críticos y comisarios antes vinculados a la época heroica de Lápiz. Ya se verá cómo evoluciona, pero promete ser la más “cañera”, asumiendo en el debate artístico “tanto el papel de sismógrafo como el de detonador”.
Ahora, estas nuevas revistas subrayan su carácter crítico –e incluso irónico o humorístico- más que informativo, y enfatizan en su primera página la vocación de servir de “plataforma para el debate”. Destacan su implicación con los nuevos comportamientos artísticos y el net-art, un enfoque predominantemente teórico y el rigor de sus consejeros editoriales y colaboradores, lo que bien puede verse como la consolidación y/o el arribo de una nueva capa de profesionales, conscientes de la importancia de afirmar así su protagonismo en el mundo del arte español. Sobre todo, confían en un público “medio” y joven, entre profesional y aficionado, al que ya no hay que deletrearle el alfabeto.
También coinciden en su vocación internacional, algo subrayado por su carácter bilingüe español/inglés (esperemos que la distribución acompañe el esfuerzo), cuando no trilingüe, como la luso-española [W]ART, dirigida por el crítico David Barro. Esto, a excepción de EXIT Express –el tercer eje de las trimestrales EXIT. Imagen & Cultura y EXITBook de Rosa Olivares, anterior editora de Lápiz-, un periódico mensual (que viene a reemplazar al desaparecido, por ser un producto importado, El periódico del arte) con distribución de 25.000 ejemplares en quioscos, además de librerías especializadas, a un precio asequible y que se compromete a contar “lo que se dice y lo que no se dice” a través de sus columnas de opinión.
En las antípodas se hallan los proyectos de Art.es y Estudios Visuales. La primera, encabezada por Fernando Galán (antes codirector de Sublime), y con distribución en galerías, pretende insertarse en ese sector intermedio de instituciones y galerías, cada vez más importante en nuestro país, pero al que a menudo se le niega visibilidad por grandes y pequeños. Por su parte, la anual Estudios visuales, que ha acompañado su presentación con la celebración del Primer Congreso de Artes Visuales en el marco de ARCO, y que incluye en su primer número la encuesta de October sobre el asunto, declarando su afinidad, viene a ser una segunda serie de la revista de teoría del arte Acción paralela, dirigida también por José Luis Brea, en doble formato de papel y distribución en red, pero ahora con el importante respaldo del Centro de Documentación de Arte Contemporáneo de Murcia.
Un tercio de la trimestral ArteContexto se empleará en reflejar la producción y crítica de arte latinoamericano, un filón de efectiva internacionalización del arte español que ha sabido ver muy bien el equipo dirigido por Alicia Murría y coordinado por Santiago Olmo, ambos críticos y comisarios antes vinculados a la época heroica de Lápiz. Ya se verá cómo evoluciona, pero promete ser la más “cañera”, asumiendo en el debate artístico “tanto el papel de sismógrafo como el de detonador”.