Teresa Moro, “Safari”, galería My Name´s Lolita Art, Madrid
Publicado en Cultura/s, 26 de octubre de 2005
Hace algún tiempo, Teresa Moro (Madrid, 1970) citaba Especies de espacios del novelista Georges Pérec, declarando su intención de hacer un inventario de los escenarios de la vida contemporánea a través de la representación de su mobiliario. Heredera de la tradición surrealizante (De Chirico, Dalí, Remedios Varo …), Moro trabaja con el excedente de lo cotidiano, revelando historias, usos y ese fluir de la vida que permanece en los objetos inertes, con tierna ironía. En su recuento, aludió primero a ese desprendimiento de nuestra intimidad que se da en lo desechable con “Viajes y mudanzas” y “El tesoro del contenedor”, subrayando después su carácter enigmático, en “Poltergeist”, y mágico en “El desorden secreto”, títulos de anteriores exposiciones.
En esta muestra, “Safari”, con una docena de cuadros y más de veinte dibujos realizados en guache sobre papel, ha capturado los “no lugares” de Marc Augé: esas salas de tránsito y de espera cuyos asientos se resisten a registrar la “morbidezza casi carnal” de sofás y sillones domésticos, como acertadamente ya apuntó Guillermo Solana para destacar su pregnancia narrativa. Ahora, los hábitos del anonimato y de la soledad en tránsito flotan entre los módulos. Así que también resulta muy apropiada la compañía de dibujos de elementos aislados (como esa silla escolar). Por lo que esta nueva serie evidencia que los modelos de Moro son siempre abstraídos de un sentimiento nostálgico, al domeñar, con su herramienta habitual - la demora de su pincelada apastelada y blanda-, diseños diversos a su acostumbrada preferencia por el estilismo kitsch de las décadas cincuenta a setenta del XX.
Además, el galerista Ramón García tiene buenas noticias. La primera es que algunas obras de Teresa Moro, de quien ya poseen telas y papeles las principales colecciones de arte contemporáneo en España, han ingresado en el Museum of Modern Art (MOMA), de la mano de la Rotchild Foundation. Por otra parte, la importancia de la sede madrileña de la galería – ya galardonada gracias a su interiorismo- se ve ahora reforzada por la ampliación con un “Cuarto oscuro” en donde en estos días se proyecta el fascinante cortometraje de animación “Con qué la lavaré”, de María Trénor, premiado en la 54 edición del Festival de Cine de Berlín.
