Un paseo por el ARCO más grande

El ARCO de la globalización
Publicado en LA VANGUARDIA, 14 de febrero de 2008

La 23ª edición de ARCO abre hoy sus puertas al público. Hasta el lunes 16 se podrá apreciar y comprar obra de artistas en 272 galerías procedentes de 32 países, doblando la participación extranjera respecto a la primera edición. Sólo un tercio de las galerías son españolas. La feria revalida así, definitivamente, su vocación internacional. Pero su propuesta va más allá.
GLOBALIZACIÓN
Cada año, ARCO se reinventa. Y ante la inhibición de otras instituciones estatales, la fiesta del mercado va marcando en España el estado internacional del debate artístico. En los últimos años por ARCO han desfilado la introducción de los nuevos medios (de la fotografía al net-art), la confirmación de la autoría femenina y el polémico arte público. Aspectos que, de momento, con su fenomenal impacto mediático, adquieren el rótulo de moda, pero que más tarde quedan asimilados. En esta edición, bajo el programa “Futuribles”, a cargo de veintitrés comisarios internacionales, se sondea el estado ¿poscolonial? de la joven creación artística, de Japón a Senegal. Al tiempo, en la vertiente teórica, el programa estrella es el Primer Congreso de Estudios Visuales en España (ver suplemento “Cultura/s” de ayer, 12 de febrero), donde se hablará de políticas artísticas, cultura visual y “la sustitución de un programa universalista de historia del arte por una multiplicidad dispersa de ‘historias de las imágenes’” que reflejen la diversidad humana.
EL VÍNCULO LATINOAMERICANO
Con todo, la mayor parte se la lleva el área latinoamericana. Aunque nuestro vínculo con Latinoamérica ha distinguido la singularidad de ARCO respecto a otras ferias europeas en las últimas ediciones, es ahora cuando vamos distinguiendo la pluralidad en el ensamblaje de Venezuela, Perú, Cuba, México, Argentina, Puerto Rico, Brasil, Colombia. Y las obras de sus artistas vienen de la mano de galerías también de Miami, Nueva York ... y por supuesto españolas. La importancia de este vínculo está siendo ya detectada por críticos y galeristas de nuestro país, como Luis Adelantado con Anthony Goicolea – artista de origen cubano que trabaja en Nueva York- o Fernando Pradilla, que trae obra de Armando Mariño. Estos y tantos otros –al igual que cineastas y editores- ven con claridad meridiana que también la ampliación y la internacionalización del negocio del arte español pueden ser más fluidas y efectivas a través de esta vía, trabajando codo con codo con colegas que tienen ya un contacto continuo con Estados Unidos.
SENSIBILIDAD SOCIAL
Sensualidad, humor, calidez, iconoclastia, son algunas de las notas distintivas que nos siguen uniendo en profundidad. A esto hay que añadir la intensa corriente de sensibilización social, cuando no de alegato político, que está plasmando la creación latinoamericana en los últimos tiempos. Una corriente que también representan los grandes de nuestro mercado: véase, por ejemplo, la obra de Hanna Collins sobre las zonas marginales de Barcelona en la galería Joan Prats o la de Jon Mikel Euba, con las derivas del conflicto vasco, en Soledad Lorenzo.
MÁS MEDITERRÁNEO: GRECIA
Además de ser la feria de la península ibérica, prestando visibilidad a las galerías portuguesas, ARCO se va consolidando incluso como feria del mediterráneo, con la asistencia fija y permanente de importantes galerías francesas e italianas. Este año aún más, al ser Grecia el país invitado. Como España, con un imponente pasado artístico y en cambio con una tradición de arte vanguardista y contemporáneo menor -su sincronización con el panorama internacional prácticamente arranca de los años noventa-, la tierra natal de la Reina Sofía emerge con su curiosa simulación del Mar Egeo al frente de sus stands como un espejo de aumento de la propia realidad del arte español: del protagonismo de la autorrepresentación de la mujer, por ejemplo. También del seguidismo, quiza poco digerido, incluso de esas políticas identitarias y de tendencias formales importadas de las culturas anglosajonas. Además, algunas galerías helénicas aportan mucho y bueno de algunos protagonistas del arte actual, como William Kentridge y Marina Abramovic en la Kappatos Gallery de Tesalónica.
LOS CLÁSICOS VANGUARDISTAS
Sorprende un año más que obras muy destacadas de los clásicos españoles: Picasso, Miró, Tàpies, Chillida, Saura, Clavé, Barceló, etc., vengan de la mano de prestigiosos marchantes extranjeros, como Lelong, la Galerie de France, Bischofberger, o la londinense Helly Nahmad, que sin embargo con su asistencia otro año más constatan la fortaleza de la feria. Y no se pierdan la aportación alemana: Gmurzynska, además de las antropometrías de Yves Klein, trae obras de Kupka, Delaunay, Rodchenko, y pequeños bocetos, “papelitos”, de Malevich. Tampoco lo ofertado por Heinz Holtmann, con obras muy significativas de Sigmar Polke, Dieter Roth y Arnulf Rainer.
COLECCIONISMO PRIVADO
Los galeristas españoles esperan sumar facturas sobre todo gracias al nuevo coleccionismo privado: más abierto a la revisión de técnicas y soportes plásticos, que es otra de las constantes de esta feria. Eso, ante un discreto parón de las instituciones españolas, en proceso de construcción o ampliación; y porque, en opinión de algunos galeristas, a veces “está faltando visión” en el coleccionismo institucional y corporativo. Por su parte, esta incipiente capa de coleccionistas comienza a aceptar que los costes que acarrean ahora artistas y galeristas, debido a su inevitable dependencia de técnicos y operarios de todo tipo, suele ser muy superior a la pintura que, al margen de firmas, hoy mantiene el coste inicial más barato.
MENOS INSTITUCIONAL
La merma del papel institucional ha quedado escenificada por la desaparición de sus grandes stands en la entrada (desplazados ahora al fondo del pabellón 9, junto a la populosa cafetería). Frente al recuerdo, más bien siniestro, de la frialdad espacial generada por la burocracia, los visitantes de ARCO se chocarán de bruces con las venturosas obras de artistas que desde cada rincón del planeta intentan elaborar visiones glocales: las de la ironía y la ira, y las de una ludopatía casi infantil y nada inocente que parece abundar en nuestra zona rica.
CADA COSA EN SU SITIO
Como lo cortés no quita lo valiente, los visitantes de este año apreciarán que ha desaparecido la caótica kashba de la pasada edición, se ha racionalizado la circulación para las multitudes y que las áreas de descanso y chill-out también gozan de variedad y no sólo hay colchonetas. Por otra parte, el programa de arte público está donde debe: en la ciudad, en el eje del Paseo de la Castellana. Otra apuesta interesante, en sintonía con el interés por fanzines y otras publicaciones en varios eventos de la pasada temporada en España, es la del apoyo a la pluralidad de nuevas ediciones y revistas de arte, entendidas como espacios alternativos de representación.